Permanencia del llanto

Pudiéramos decir que una subjetividad emotiva predomina en la más temprana producción artística de Elsa Núñez. El ocaso de la dictadura de Trujillo y los hechos posteriores a su caída influyeron en la expresión plástica de la artista tanto a nivel formal como conceptual. Las obras de este periodo (1961-1970) son herederas del llamado tenebrismo de Gilberto Hernández Ortega y su filiación estilística al expresionismo alemán. A raíz de la Revolución de Abril de 1965 y, sobre todo, de la muerte de su hermano Rafael Núñez, su lenguaje pictórico se recrudece. Así, la representación de la imagen femenina sola o en grupo se convierte en alegoría de la nación herida. Son mujeres angustiadas por la situación imperante de persecución, muerte y violencia, pero siempre decididas en la búsqueda de libertad y democracia. 

Nos depositamos sobre nuestra sangre
sin acordarnos de que en otros corazones el mismo líquido ardía
o se derramaba combatido y combatiendo.

Hombres,
vuestras manos tiznadas de negro,
carbón humanizado,
golpean la dureza del tiempo transcurrido.

La vida se derrumba,
algo queda,
hay una herencia que defender,
nombres que prolongar.

Jacques Viau Renaud
(Puerto Príncipe, 1941-Santo Domingo, 1965)

Nada permanece tanto como el llanto, fragmento